jueves, 28 de octubre de 2010

El tío Gelipe (que no es el mismo que el tío Feli)




Ustedes sabrán, gracias a algunas entradas descriptivas que me he dado a la tarea de subir a este blog, que Nicolás tiene 3 tíos (directos, porque adoptivos tiene muchos), mi hermano (su padrino) y los dos hermanos de su papá. Pues bien, para que vayan familiarizándose un poco más con la parentela de Nicolás, hoy les hablaré del tío Gelipe (sí,con G porque así nos gusta más). 

Sucede que este muchachón más joven que yo (no vamos a decir por cuántos años) es un estuche de monerías (sus amiguitos y familiares no me lo negarán), toca la guitarra, entabla todo tipo de conversaciones (serias, no tan serias, con sentido, sin sentido), le gusta leer, es muy sociable y amiguero, amante de la buena música, es un buen hijo, hermano, cuñado y amigo (me imagino que también es buena pareja, eso no se los puedo asegurar yo) y, además, le gusta mucho escribir, por lo que estudió algo referente a letras modernas del español (o algo así, Gelipillo me corriges si estoy mal) y ahora se encuentra del otro lado del Río Bravo estudiando una maestría.

Desde que se fue, todo mundo lo extraña de distintas maneras y, a pesar de la gran cantidad de actividades que tiene que desarrollar en su nuevo espacio de estudio y trabajo, de vez en cuando se da un momento para escribirnos y contarnos cómo le va por allá. Hoy por la mañana me encontré con uno de estos correos que me hacen pasar un buen rato mientras los leo y me llevé una linda sorpresa... ¿recuerdan que en algún momento de ociosidad hice unos pequeños mounstros de fieltro? bueno, pues uno de esos amiguitos estuvo destinado a vivir con el tío Gelipe, y hoy en el mail que les menciono Gege escribió lo siguiente:

"Postal #1 "Amibo Nicanor: el acompañante misterioso" (Véanse fotografías anexas)

No vine a Kalamazoo sólo. Nacido de un experimento extraño, Amibo Nicanor vino a este mundo. En algún lugar de la luna (de La Mamá de Nicolás, para ser exactos) se inicio un experimento: en una cajita de Petri se combinaron algunas pelusas sintéticas, hilos varios, botónes amarillos y moras azules. Se dejó reposar por unos días a una temperatura de 36° centígrados. Al abrirlo había creado una nueva bacteria, un nuevo ser, un monstruo, de nuevo y para ser exactos: había creado a Amibo Nicanor. Amibo Nicanor tiene gustos raros. Duerme en las mochilas, es asistente en la enseñanza del español, se divierte espantando ardillas, se cambia de religión cada semana, gusta de la poesía de Fabio Morábito, le encantan los espejos, pero sobre todo: adora viajar. Por lo tanto lo verán de vez en cuando en alguna foto desenfocada, en algún lugar de esta tierra hamburguesera."

Jejeje, me encantó leer esa linda historia sobre cómo nació una de mis pequeñas creaciones pero, sobre todo, saber que le hace compañía al tío Gelipe y  que seguramente tendrán muchas más historias que contarnos a través de sus correos o en persona cuando regresen.

Cansada pero con muy buen humor, se despide La mamá de Nicolás.


2 comentarios:

Jazmín dijo...

Y ahí en la esquina veo el monstruo azul, Nicanor... jajaja, espero que el tío de Nicolas siga explotando su talento, que lindo recibir correos de los que queremos, mis hermanas ahora mismo también están en EEUU, una terminando su doctorado, y la peque en una pasantía, pero se va a hacer su doctorado a España, así que por eso mi tristeza de quedarme sin hermanas y mi felicidad por verlas superarse, que lindo el tío Gelipe, estaré gustosa de leer otra de las aventuras de Nicanor.... deberías proponerle hacer un libro de cuentos para niños con las vivencias de Nicanor.
Saludos.

La mamá de Nicolás dijo...

Qué hermanas tan estudiosas !!!

Pue fíjate que es super buena idea esa de hacer un libro de cuentos, le voy a decir para que se ponga a trabajar jejeje.

Un abrazo