martes, 8 de junio de 2010

Las pequeñas paranoias



No sé si esto le pasa a todos los papás, sobre todo los primerizos, me imagino que definitivamente sí... pues bien la noche del jueves y durante todo el viernes el papá de Nicolás y yo tuvimos una racha de continuas paranoias con respecto a Nicolás: que respiraba muy rápido, que sus uñas estaban moradas, que hacía un ruido raro cuando respiraba, ¿qué onda con la protuberancia que tiene en el pecho?, no está comiendo, no está durmiendo, tiene cólicos, tiene gripa, en fin cantidad de cosas que como papás no tienes idea de por qué suceden y por lo tanto te inventas toda una historia para tratar de entenderlas (tal cual como se fueron formando los mitos a lo largo de la historia) y es horrible ser tan ignorante en ese rubro !!! terminamos por hacer una cita con el pediatra para que resolviera todas nuestras dudas y nos sacara de nuestro estado de paranoia.

Resultó (como debe de ser en la mayoría de los casos) que Nicolás está perfectamente bien, que todos los síntomas que veíamos su papá y yo son actos reflejo característicos de los recién nacidos, así es que no había nada de que preocuparse. Al parecer de ahora en adelante tendremos que ser un poco más relajados y seguir siendo observadores pero sin caer en la obsesión, para poder distinguir cuando algo verdaderamente está mal, pero no creer que absolutamente todo está mal. 

Así es que después de dos días de tensión psicológica de papás primerizos, después de la visita al pediatra tuvimos un fin de semana más relajado y el lunes nos la pasamos rete bien con Nicolás, que se ha estado portando muy bien y casi no se despertó en la noche pues durmió como angelito.

Se despide libre de paranoias (hasta ahora) La mamá de Nicolás.

2 comentarios:

marianna dijo...

Yo todavía no soy mamá, pero creo que entiendo el sentimiento y es de lo que más miedo tengo! A tener un equilibrio entre la protección a mis hijos sin caer en la paranoia y/o sobreprotección. Qué padre cómo estás disfrutando a Nico!!!

La mamá de Nicolás dijo...

Es innevitable que te dé un poco de miedito todo al principio, son tan chiquititos los bebés y los papás somos tan ignorantes que no hay de otra jajaja... además los quieres tanto que cualquier cosa te preocupa. Supongo que cuando empiezan a crecer y tú empiezas a saber más cosas todo vuelve a tener equilibrio.

Gracias por los comentarios !!