jueves, 3 de junio de 2010

Agarrando la onda



Nicolás por fin llegó a nuestras vidas y aunque apenas tiene 5 días de nacido ya nos ha puesto muchos retos a su papá y a mí. No importa cuántas veces te digan cómo cambia la vida un bebé, ni cuántas historias escuches, ni cuántos consejos recibas, no hay nada como vivir la experiencia real.

Mi bebé conoció su casa el martes por la tarde y yo pienso que debe gustarle, aunque el pobre sufre mucho con el calor horrible que se siente en ella, aún con lo pequeñito que está suda mucho, así es que come con mayor regularidad que en el hospital ( lo cual no está tan padre para sus papás jejejeje) más o menos se despierta cada dos horas. Por lo pronto duerme con nosotros en nuestra recámara en una linda minicuna que se mece, así es que somos muy felices de tenerlo cerquita.

Por ahora el papá de Nicolás y yo nos hemos estado dedicando a aprender a cambiar pañales, a bañar al bebé, a darle de comer (sobre todo yo he estado encargada de esa tarea), en fin, a penas nos estamos organizando, pero creo que ahí la llevamos. La verdad es que el papá de Nicolás se está sacando un 10 con estrellita, me ha ayudado muchísimo con cosas de la casa y con el bebé en general, todas las mamás deberían de tener un esposo como el papá de Nicolás, en serio le está echando muchas ganas y de hecho, me da un poco de miedo que mañana tenga que regresar a trabajar, porque gran parte del tiempo voy a estar solita con Nicolás.

El proceso de lactancia va bien, por fin me ha bajado la leche así es que Nicolás está comiendo mejor, aunque a mí ya está empezando a dolerme un poco cuando come (me han dicho que se pone peor jajaja). Pronto intentaremos almacenar un poco de mi leche para que el papá de Nicolás también pueda darle de comer cuando yo no esté o cuando tenga ganas de hacerlo, así es que pronto estaremos estrenando mi tiraleches NUK.

El baño hasta el momento ha sido exitoso pues al parecer Nicolás disfruta mucho estar en el agua y se porta bastante bien cuando se baña. Lo del cambio de pañales también va bien, aunque no imaginábamos que tuvieramos que cambiarlo tantas veces al día, hoy por ejemplo ensució tres pañales en el mismo cambio de pañal jajaja y ayer (como todo buen bebé hombre) bautizó a su papá mientras lo cambiaba. 

La verdad es que aunque es un poco cansado entrar a esta nueva rutina, ya vamos agarrándole la onda, nos hemos divertido mucho, Nicolás nos hace reír bastante con sus gestos, y con las cosas normales que hace todo bebé pero que a nosotros nos parecen maravillosas. Me imagino que con el tiempo iremos agregando muchas cosas a la lista de cosas que tenemos que aprender y practicar, así es que tenemos que echarle muchas ganas.

Saludos a todas las mamás primerizas, de La mamá de Nicolás.


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