sábado, 3 de julio de 2010

Sobre la fatiga y otras curiosidades



Acabo de terminar de ver la película de Julia & Julie (y comiendo una rica rebanada de pay de limón)... debido a un cansado día con Nicolás "molestito" casi todo el tiempo y por lo tanto despierto y llorando, su papá y yo decidimos que no era un buen día para salir a pasear, así que decidimos rentar una película para entretenernos mientras intentamos consolar a nuestro chiquillo. 

Las molestias comenzaron desde el jueves, cuando por sonsa su mamá le dio más gotitas de hierro de las que debía (el doctor recetó 1, yo le dí 6), así es que la fatiga se ha ido acumulando desde entonces. Cabe aclarar que no estamos 100% seguros que las gotitas de hierro sean las causantes de tanto malestar, pero definitivamente coincidieron los acontecimientos, pero vaya uno a saber; lo que si sé es que algo raro sucede pues el muchachito llora hasta cuando le estoy dando de comer, así es que en definitiva no es muy feliz que digamos.

Por supuesto el jueves fue un día pesado pues comenzamos con las molestias y cuando eso sucede definitivamente comienza también el estrés, pues no sabes qué sucede con el bebé y por lo tanto es poco probable encontrar la solución al problema de forma sencilla, hay que pasar por un largo proceso de prueba y error. Decidimos llamarle al pediatra cuando Nicolás ya llevaba unas 4 horas sin consuelo y, por supuesto, sin dormir, y entre que si son peras o son manzanas (como quien dice entre que si eran las gotitas o cólico) el doc nos recomendó darle unas gotitas de paracetamol para que se relajara un poco y funcionaron, al menos por la noche.

El viernes yo tenía que ir a una entrevista de evaluación con la directora de la normal, así es que desde muy temprano estuve despierta para organizar todo y poder llevar a Nicolás con su abuela (la mamá de la mamá) quien me haría favor de cuidarlo mientras tanto. El proceso fue un poco más difícil de lo normal, pues Nicolás seguía incómodo, pero lo logramos en tiempo. En casa de la abuela Nicolás fue feliz, pensamos que las molestias habían desaparecido, pero una vez que llegamos a la casa por la noche como que el cuadro comenzó de nuevo pues en la toma de las 12:00 de la noche el muchacho ya no conciliaba el sueño de nuevo. Por supuesto hoy en la maestría se notaba a leguas los efectos de la desvelada. 

Hoy el papá de Nicolás tuvo que enfrentarse a toda una mañana de llanto y desesperación, pues Nicolás continuó quejándose amargamente y continuó sin poder dormir. De hecho cuando llegué de la escuela Nicolás estaba en el drama mientras su papá intentaba cambiarle el pañal, lo bañamos esperando que el baño tuviera un efecto relajante pero no lo conseguimos. Ante las circunstancias ya no salimos a comer y rentamos la famosa película que comentaba al principio del post; por supuesto la temática me gustó mucho pues se trata de como está chica Julie escribe un blog sobre sus experiencias al preparar todas las recetas del libro de cocina francesa de Julia Child; y siendo yo una mamá bloggera me sentí un poco identificada (y ya saben, imaginando que mi blog tuviera tanto éxito que quisieran publicar un libro de mis experiencias... total, se vale soñar). 

Mientras veíamos la película Nicolás continuó sufriendo un poco hasta que se quedó dormido en mis piernas, muy emocionada quise llevarlo a su cuna para que durmiera feliz, pero obviamente se despertó en el intento, después de mecerlo en brazos por la casa el segundo intento de acostarlo parece haber funcionado, pero justo en este instante (mientras escribo) está quejándose tras media hora de tranquilidad, así es que imagino que esta noche no tendremos mucho descanso y que mañana tendremos que molestar de nuevo al pediatra para tratar de encontrar respuestas.

Así es que un poco resignada y mucho muy cansada se retira La mamá de Nicolás.


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