El bautizo de Nicolás

Ahora si se nos hizo !!! por fin bautizamos a Nicolás y fue un evento de lo más lindo, aunque terminé realmente cansada al final del día, pues desde el viernes estuve arreglando los últimos detalles para el bautizo... confirmar con proveedores, terminar de hacer pagos, ir por los arreglos/recuerditos del bautizo, ir por mi vestido a la tintorería, hacer las tarjetitas para los recuerdos, etc, etc. 

El sábado nos despertamos muy temprano para darle de comer a Nicolás, bañarnos, bañarlo, vestirlo muy guapo con su trajecito blanco (pues decidimos no ponerle ropón), fuimos a llevar los arreglos y la botana al salón de fiestas, yo fui al salón de belleza, en fin, también tuvimos muchas cosas que atender, por lo que salimos justo a tiempo para llegar a la ceremonia... claro que una vez en el coche nos percatamos de que habíamos olvidado la vela y la medallita para el bautizo jajajaja, así es que tuvimos que regresar a la casa por ellos (lo bueno es que no habíamos llegado tan lejos).

Para nuestra suerte, además de que ya ibamos justos en tiempo, los arreglos viales en la ciudad nos atrasaron un poco más, así es que como era de suponerse fuimos casi los últimos en llegar, el resto de los bebés, sus papás y sus padrinos nos estaban esperando en la entrada a la Parroquia (qué pena!!!), pero bueeeeno, lo logramos, que es lo importante. La ceremonia fue muy linda y Nicolás se portó muy bien, no lloró para nada. Sus papás y sus padrinos estábamos muy orgullosos de él.

Saliendo de la Iglesia fuimos a continuar con la celebración en un salón de fiestas en donde disfrutamos de botanita, una rica paella y unas cervezas bien frías, todo salió perfecto aunque, para variar, cuando llegamos al salón todavía no llegaban los meseros, no había hielos, las cervezas no estaban frías... total que el papá de Nicolás y yo terminamos haciendo un montón de cosas antes de poder sentarnos a convivir con los invitados.

La comida estuvo excelente y la compañía perfecta, las tías tuvieron que hacer fila para poder cargar al bautizado, quien se la pasó toda la tarde dormidito en su carriola. Los pocos niños que asistieron se la pasaron bomba en el inflable y les fue re bien con el bolo del padrino, pues no tuvieron mucha competencia jajajaja. La verdad es que disfrutamos mucho el día y acabamos fumigados en la noche.

Feliz de haber bautizado a su niño, se despide La mamá de Nicolás.