miércoles, 4 de abril de 2012

Herpes bucal en los pequeños



Ayer fue un día muy cansado para la familia, mi pobre Nicolás estuvo super incómodo desde la noche anterior, se despertó en la madrugada cosa que nunca sucede. Ese fue el primer síntoma de que no se sentía muy bien.

Durante el día anterior estuvo muy molesto y tuvo calentura. Ayer babeó cantidades industriales de saliva, en serio industriales, nada que ver con la forma en la que lo hace cuando le salen los dientes. Además del exceso de baba el pobre casi no podía comer, escupía la comida, lo único que pude darle fue un poco de papaya y un pedazo de pan y mucha, mucha leche.

Ya al medio día me di cuenta que el pobre ya estaba cansado y muy adolorido, así es que hicimos cita con el pediatra, quien nos recibió por la tarde y confirmo su diagnóstico inicial, mi chiquillo tiene herpes bucal y, según tengo entendido es MUY doloroso. 

Al parecer este padecimiento es muy común en los pequeños de 1 a 5 años de edad, que es cuando se contagian por primera vez. La infección se causa por el virus de herpes simple tipo 1 y nunca desaparece, queda latente en el cuerpo. Lo sé, suena horrible, pero creo que casi todos la hemos tenido, aunque no nos acordemos.

Como es un virus, el contagio se puede dar por contacto (al momento de darnos un beso con alguien que la tenga, compartir vasos, platos u otros objetos contaminados). Como es de esperarse los niños de guardería es más probable que se contagien. 

Puede que tu pequeño tenga una infección de este tipo si presenta estos síntomas:
  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Deglución dolorosa.
  • Glándulas inflamadas.

Después de un par de días pueden presentarse ulceraciones en el paladar, las encías, la garganta o los labios, en el caso de Nicolás las tiene en el paladar y en la garganta. Como siempre,  lo ideal es ponerte en contacto con tu pediatra y pedir que revise a tu pequeño para estar seguros. 

En fin, el pediatra de Nicolás le recetó varos medicamentos y en este momento estamos esperando (con mucha paciencia) que mi niño se sienta un poco mejor, pues las ampollas le pueden durar hasta  días antes de que se le quiten. 

Como ven, las mamás no dejamos nunca de preocuparnos y aprender.

Cuidando a su chiquito, se despide La Mamá de Nicolás.

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