Hoy fuimos a visitar a los bisabuelos de Nicolás (los papás de la mamá de su papá). Resulta que la bisabuela tuvo una caída y se lastimó el cuello y una orjea a la que le tuvieron que dar algunas puntadas, así es que decidimos ir a visitarla y ver cómo seguía. La pobre está muy adolorida, pero por lo que nos dicen ha ido mejorando muco con los días, por lo que nos alegramos y damos gracias a Dios de que no haya pasado a mayores.
Nos gusta mucho ir a la casa de los bisabuelos, no sólo porque siempre nos reciben con mucho cariño y nos consienten mucho, también porque el lugar en el que viven es hermoso. Su casa se encuentra en un complejo en San Pedro Ahuacatlán (como a media hora de la ciudad de Querétaro), el resto de las casas es de otros familiares de los bisabuelos por lo que el ambiente es muy ameno. Además el "rancho" (como muchos lo conocemos) tiene unos jardines hermosos, mucho espacio para que los niños jueguen, algunas huertas y una alberca que causa sensación.
Total que hoy nos tocó un lindo día para disfrutar del lugar. Nicolás jugó un rato a la pelota con su papá y sus abuelos, recogió algunos frutos de la huerta (regresamos a casa con varios aguacates y un membrillo), disfrutó de la compañía de los tíos y los abuelos y en general estuvo muy contento y entretenido.
Como siempre les comparto algunas fotos que tomé el día de hoy, verán que el lugar está lleno de hermosos regalos de a naturaleza.
Contenta con la visita, se despide La Mamá de Nicolás.
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