Otro fin de semana ha pasado y cada vez están más cerca las fechas navideñas y, luego, el año nuevo... comienza la cuenta regresiva.
El primer fin de semana de diciembre estuvo lleno de activiades, fui a la cena navideña de mis queridas amigas de la prepa el viernes y el sábado fuimos con los amigos de mi esposito con el mismo motivo. Tristemente desde el sábado por la mañana he sufrido de migraña y no he podido disfrutar como he querido de estos eventos que tanto quiero.
El sábado, además de salir por la noche con los cuates, el papáde Nicolás y yo fuimos al super y por la tarde a comer con nuestro pequeño y sus abuelitos (los papás de su papá). El domingo por la mañana nos tocó ir a desayunar con el otro abuelo (mi papá) y el padrino de Nicolás (mi hermanito), para ese entonces el dolor de cabeza seguía en aumento, así es que aprovechamos para ir a comprar los regalos navideños, pero terminando de comprar el segundo me rendí y decidimos regresar a casa a descansar. Por segundo año nos perdimos el día familiar de la empresa en la que trabaja mi maridito, lo cual nos entristeció un poco.
El domingo me la pasé recostada sin hacer nada, esperando que el dolor desapareciera, pero hoy lunes la migraña continúa y hoy si he tenido muchas cosas que hacer. Espero que en la tarde tenga un momento para recostarme y esperar que esta vez tenga éxito en la eliminación del dolor.
Así es que, después de compartirles las últimas noticias (y que no pensaran que ya me había olvidado de ustedes), me retiro para terminar unos pendientes e ir a descansar.
Con un dolor de cabeza terrible, se despide La Mamá de Nicolás.
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