Este fin de semana aprovechamos que el papá de Nicolás no tenía que asistir a su diplomado para ir a la Ciudad de México. El sábado llegamos a casa de los bisabuelos de Nicolás (los papás de la mamá de su mamá), fuimos a comer con ellos y pasamos la tarde juntos viendo el football (para alegría del papá de Nicolás).
El domingo decidimos llevar a Nicolás al
Zoológico de Chapultepec. Para los que no sepan qué es Chapultepec (que significa "Cerro del Chapulín" en nahuatl), es un parque urbano que se encuentra en el centro del Distrito Federal, incluye un lindo bosque/parque, el famoso "Lago", el Zoológico, El Castillo y muchos, pero muchos museos y centros culturales (el Museo de Antropologia e Historia, el de Arte Moderno, el Rufino Tamayo, el de Tecnología, el Papalote Museo del Niño, el Auditorio Nacional, La Feria, etc.)
Hace como 15 años que no iba... y sigue siendo una actividad "dominguera" por excelencia para los habitantes de la ciudad aunque, honestamente, para mi sigue siendo un reto convivir entre la multitud, porque de verdad que va MUCHÍSIMA gente de visita. Definitivamente vale la pena ir entre semana.
Pero bueno, nosotros solamente visitamos el zoológico. Como les decía hace como 15 años que no íbamos y sigue estando muy bonito desde su remodelación, que me parece que se hizo en 1994. Los animales hermosos, pudimos ver casi a todos aunque algunos estaban descansando o estaban muy lejos y no pudimos verlos bien. Desafortunadamente el hecho de que hubiera TANTA gente no permitió que vieramos con detenimiento a los animales y llevar a Nicolás en su carriola (se acuerdan??? la marca
Infanti que compré para nuestro viaje a Huatulco) fue realmente difícil, la mayor parte del tiempo tuvimos que cargarlo.
En fin, en general la experiencia fue buena porque Nicolás se emocionaba mucho viendo a los animales, "ladraba" cada vez que veía algo similar a un perro, "gruñía" cada vez que encontraba algo similar a un tigre y hacía ruidos de chango jajaja, nos decepcionó un poco que no hubiera elefantes porque es uno de los animales preferidos de Nicolás. También descubrimos que a Nicolás no le gustan las víboras, porque se la pasaba haciéndoles gestos y alejándose de las vitrinas.
Aquí les comparto algunas de las fotos de nuestra visita.
La verdad es que esto de visitar el zoológico puede ser una linda experiencia, pero la próxima vez intentaremos ir un día en el que no haya tanta gente.
Feliz con la experiencia, se despide La Mamá de Nicolás.