Quienes tengan algún tiempo leyendo este blog, sabrán que el abuelo de Nicolás (el papá de su papá) tiene la linda costumbre de escribirle cartas muy bonitas a mi pequeño Nicolás. Ahora que ha cumplido un año, lo ha hecho de nuevo y se las quiero compartir:
Querétaro, Qro. 29 de mayo de 2011
UN AÑO DEMASIADO HERMOSO, tu primer año de vida.
Quiero platicarte lo que hiciste conmigo, símplemente un niño, mi niño. Cuando tus papás nos dieron la noticia de que venías en camino me puse a llorar de la emoción, sorpresa que no pasó por mi cerebro, sino que se fue directo al corazón. Asombro, como en un sueño, un hermoso sueño de la vida, mi Nicolás, mi Cacahuatito, otro Manuelito y a su lado Paty, La Mamá de Nicolás. Pienso que amar es dar vida, siento que tú me has dado vida y que nació un niño que me trajo paz.
Me invitas a la contemplación porque eres la viva imagen del amor de Dios, meditación sublime, éxtasis.
La primera vez que te vi quedé absorto, paralizado, como en un cuento, me acerqué poco a poco, atraído por ti pero no me atreví a tocarte, te observé. Después comenzaste a balbucear y te he visto platicar con Él y su Mamá, sonreírles como lo haces con tu Abuelola y conmigo. Te he espiado como una plantita que rompe la semilla y al compás de la música empieza a brotar, te he espiado con la cautela que uno tiene cuando existe temor de ser sorprendido y que la aparición se desvanezca.
Eres extraordinario, mágico, misterioso, sobrenatural, milagroso; eres un milagro que Dios nos ha dado y por eso le agradecemos con el corazón en la mano.
Tú también nos observas, nos miras, nos tanteas, pero sobre todo nos amas, nos apapachas, te dejas amar, nos inspiras tanta ternura.
NICO, tú ya sabes que somos peregrinos, corredores por la tierra, venimos a este mundo a ser campeones en el amor, amar a tu mamá, a tu papá, a todos los que estamos a tu lado, el amor más grande es el que está más cerca. Tú y yo tenemos esperanza de que la alegría reine en el mundo, que la Historia va a tener un final feliz y vamos a llegar a la meta.
Tu abuelo GERARDO.
Orgullosa de mi muchacho de un año, se despide La Mamá de Nicolás.
