Nicolás ha comenzado a comer alimentos sólidos. Creo que no nos ha ido tan mal, pero ahora que comenzamos con las verduras notamos que Nicolás se está poniendo rejego (como se dice aquí en México). La cosa es que por ahora, mi pequeño ha estado utilizando su hamaca para sentarse a la hora de comer y es un relajo porque hay que ponerla sobre la mesa y ocupa mucho espacio, por lo que no podemos comer al mismo tiempo que él. Como nos gustaría mucho que Nico comenzará a participar de la comida en familia hemos decidido buscar una sillita alta (o periquera como dirían por acá).
Hasta ahora no he tenido oportunidad de ir a las tiendas a ver opciones (por eso de que mi niño todavía está un poco enfermito de la garganta), así es que he estado visitando páginas de Internet para informarme sobre el tema, saber un poco más sobre las opciones que hay en el mercado y, sobre todo, el asunto de la seguridad que para mí siempre es muy importante. Según he estado investigando (de acuerdo a la PROFECO) uno de los problemas más comunes en cuanto a la seguridad de las sillitas altas se refiere, tiene que ver con que el niño quede atrapado entre la bandeja para alimentos y el asiento (lo que provoca lesiones en columna, cabeza y cuello) y también las caídas asociadas a la facilidad con que el infante puede ponerse de pie sobre el asiento de la silla, el desenganchamiento de la bandeja para alimentos o la poca estabilidad de la silla.
En pocas palabras las mejores sillas altas son aquellas que se han diseñado para brindar el mejor desempeño durante su uso normal e incluso bajo un razonable y previsible mal uso o abuso del producto. Así es que los puntos que deberíamos considerar antes de comprar una periquera, en cuanto a seguridad se refiere, son:
- Resistencia del arnés y correas de entrepierna, así como los puntos en que se sujeta al niño a la silla alta. Verifica que la silla alta este equipada con por lo menos una correa de entrepierna, un cinturón o un arnés integral.
- Ángulo del respaldo. Hay que verificar que el respaldo forme un ángulo mínimo de 90° con respecto al asiento de la silla alta, ya que esto podría llegar a ser incómodo e incluso molesto.
- Resistencia general. Hay que estar seguros de que cualquier parte o accesorio de la silla alta soporte el peso al que se someterá en condiciones de uso normal e incluso anormal. Por lo tanto debes tener en cuenta el peso y altura de tu bebé al momento de elegir.
- Resistencia del mecanismo de ajuste del respaldo. El mecanismo de ajuste de inclinación del respaldo de la silla alta no debe deslizarse, debes verficar qué peso puede soportar.
- Resistencia a la flama. Conviene que revises si el producto que vas a comprar esté fabricado con materiales no flamables o de lenta combustión.
- Estabilidad. Hay que comprobar que la silla alta, durante su uso normal, sea totalmente estable y no llegue a suponer riesgos de caída. Ten en cuenta el espacio que requiere la silla alta para su uso. Si el espacio donde la vas a ocupar no es muy amplio, las situaciones de riesgo se pueden incrementar.
- Antes de adquirir una silla alta, asegúrate de que tu favorita no presente defectos visibles a simple vista en sus acabados y que en el interior del empaque se encuentre todo lo que se describe en su etiquetado exterior, así como su manual de usuario y la garantía.
- Para evitar el atrapamiento de dedos, pies o manos en los orificios, ranuras o hendiduras, verifica que éstas tengan un diámetro menor a 5 mm o mayor a 9 mm.
- Corrobora que los bordes y esquinas accesibles estén redondeados, libres de filos, rebabas o bordes peligrosos, para evitar riesgos a los usuarios.
Así es que esto de elegir una sillita alta para el bebé no debe tomarse a la ligera, no debemos basar la decisión solamente en el aspecto del producto, porque en ocasiones la estética no corresponde a la funcionalidad y seguridad de la periquera (en otras ocasiones sí). En cuanto tenga tiempo y Nico se sienta un poco mejor espero poder ir a las tiendas a ver físicamente las sillitas, elegir una y comprarla para que mi pequeño pueda sentarse a la mesa conmigo y su papá para poder comer juntos.
Después de haber tenido un domingo en casita, se despide La mamá de Nicolás.